La interculturalidad entendida bajo el principio de la igualdad de las culturas como lo establece el artículo 100 de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela, es una forma de respetar el derecho de toda persona a la no discriminación, es reconocer, valorar y respetar la otredad. Desde un enfoque de derechos, el reconocimiento de las culturas indígenas y afro descendientes, como complemento importante de la venezolanidad, se hace indispensable para la puesta en práctica de este mandato constitucional. La población indígena goza de reconocimiento constitucional a través de la ley de pueblos indígenas y la conquista de algunos espacios, el reconocimiento significa cumplir con nuestra carta magna desde el preámbulo, donde contempla la construcción de una sociedad multiétnica y pluricultural pasando por el artículo 21 que establece la no discriminación así como la responsabilidad del estado de asumir medidas positivas para las víctimas de discriminación, el artículo 100 establece:
Las culturas populares constitutivas de la venezolanidad gozan de atención especial, reconociéndose y respetándose la interculturalidad bajo el principio de la igualdad de la cultura. La ley establecerá incentivos y estímulos a las personas, instituciones y comunidades que promuevan, apoyen, desarrollen o financien planes programas y actividades culturales.
Actualmente hay en Venezuela 38 grupos indígenas y entre todos reúnen aproximadamente 450000 personas. Sus tamaños en población son variados y los hay pequeños como los Sapè del estado Bolívar (20 personas), hasta poblaciones de más de 84000, como los Wayù del estado Zulia. Por lo tanto, uno de estos grupos indígenas del país es de los Yarúros, geográficamente situados al sur del estado apure de Venezuela. Con una población de casi 8.222 según censo del 2001, es un grupo étnico poco conocido, considerándose como perteneciente al área cultural indígena de los recolectores del llano y de los otomanos. Se pueden indicar 4 zonas de poblamiento 1. Arauca – Cunavìche en el norte del estado Apure 2. Capanapàro- Riecìto en el centro 3. Cinarùco y Brazo Cinarùco en el sur y 4. Las sabanas interfluviales comprendidas entre los cursos medios del rio Capanapàro y del rio Cinarùco. La mayoría de las poblaciones de acuerdo con algunos datos demográficos habitan en los poblados de Palmarìto, Fruta de Burro, Las Mercedes, El Piedral, Los Mangos, Riecìto, Boca Tronador, Santa Josefina, Las Campanas, Alcornocal Manguito Uno entre otros, en el censo 2001 también revelo 5179 Pumé con 10 años y mas, 4300 eran hombres y 3922 mujeres, también de vida y costumbres mas itinerantes son los también llamados Capuruchànos Yarùros de sabana que poco han tenido contacto con los criollos.
Además, entre sus características físicas tenemos: estaturas pequeñas, pigmentación de la piel oscura. Sus comunidades con un tipo de vivienda provisional, multifamiliar en general de techo moriche o zinc, casas de barro o de adobe compactado con mínimo mobiliario, se desplazan de un lugar a otro condicionando de esta manera su comportamiento seminómada, que influye evidentemente en su dieta alimenticia. Su provisión viene de la pesca, la caza de especies como la baba, chiguire, venados, báquiros entre otros, y la recolección, unido al consumo de maíz, yuca y topocho que cultivan en pequeños conucos, por medios de tecnología rudimentaria.
Con relación a lo anterior, vale la pena destacar lo que dice Méndez (citado en Pérez 1988), cuando afirma lo siguiente:
La determinación del estado nutricional es un indicador específico del estado de salud de una población, y su cuantificación ayuda a establecer prioridades en las políticas de asignación de recursos y programas de intervención sobre bases estadísticamente confiables a nivel de población.
Venezuela tiene una población de aproximadamente 28 millones, de habitantes. De este total, un porcentaje pequeño está formado por indígenas. Al respecto podemos citar a Johnstone (1995), quien en su estudio encontró que de la población nacional, los indígenas formal el “…2% (unos 38 grupos), entre los que destacan: los Wayù 84.000, los Warao 28.000, los Piaroa 14.000 y Los Yanomami 14.000”. Los estados con presencia indígena en nuestro país, según el Censo Indígena 92 son: Zulia (196.911), Amazonas (44.090), Bolívar (34.730), Delta Amacuro (21.073), Anzoátegui (6.967), Apure (6.202), Sucre (698), Mérida (243) y Trujillo (63) (Pág. 63)
La mayoría de estos pueblos indígenas han ido integrándose por necesidad de subsistencia a la sociedad nacional, pero en detrimento de la conservación de sus costumbres y particularidades culturales. Lo anterior refleja un proceso lento de asimilación, pero constante que, puede conducir a la desaparición definitiva de estos nativos venezolanos y junto a ellos lo que nos une aun a nuestras raíces. Al respecto podemos citar el trabajo de Setién, y otros (1996), donde se expresa lo siguiente
La desaparición paulatina del indígena también ha contribuido en cierto modo, a la carencia de una identidad nacional concreta y bien definida, ya que la historia y memoria de nuestro pueblo apenas se asienta en los hechos de unos cuantos caciques valientes tales como Guaicaipuro, Mara, Tamanaco, (p. 15)
Esta realidad se observa en los estados venezolanos con presencia de grupos indígenas. Uno de estos es el estado Apure está situado al Suroeste de la República y se extiende a lo largo de la frontera colombiana. Limita por el Norte con los Estado Barinas y Guárico, sirviendo de línea divisoria el curso del río Apure; por el Oeste con el Estado Táchira y la República de Colombia; por el Sur con la República de Colombia, y por el Este con el Estado Bolívar, sirviendo de línea divisoria el río Orinoco. Este estado ocupa geográficamente la zona sur occidental de la llamada depresión central llanera de Venezuela, comprende la mayor parte de los llanos bajos, con una leve inclinación hacia el este, por lo que los ríos que lo atraviesan corren de este a oeste. Cuenta con una extensión de 76.500 Km2, representando el 8,34% del territorio nacional y una población de 285.412 habitantes. Su capital es San Fernando de Apure con un 32,8 de la población total de la entidad. Se encuentra dividido en siete Municipios con numerosos centros poblados, estos son: Municipio San Fernando, Achagua, Biruaca, Muños, Páez, Pedro Camejo y Rómulo Gallegos.
La actividad fundamental del estado es la agropecuaria, con predominio de la ganadería bovina, la porcina y de aves. En el sector agrícola vegetal los principales productos son el frijol, el algodón, el cambur, el maíz y la yuca. En cuanto a la producción maderera se destaca la de madera en rola. La pesca es una actividad tradicional y reducida al ámbito local. La actividad industrial es primitiva y poco diversificada, y está fundamentalmente concentrada en San Fernando y Guasdualito.
Recursos Forestales: Cedro, masaguaro, palo de agua, samán. Recursos Minerales: Arenas, gravas, hierro, petróleo. La naturaleza ofrece al estado Apure un alto potencial hídrico, desde este punto de vista, Apure cuenta aproximadamente con setenta ríos y caños, de los cuales gran parte son navegables durante todo el año, lo que permite el tránsito de embarcaciones de calado medio y de diferentes características. Sin embargo, estos ríos apureños reciben caños provenientes de otros estados, lo que los convierte en una ruta interestatal de turismo ecológico y de aventura de gran atractivo. Al recorrerlos, se puede conocer desde los Andes (estado Táchira) hasta la selva amazónica. Entre ellos están: Uribante, Apure, Orinoco, Arauca, Capanapàro, Cinarùco, Masparro, Portuguesa, Arichuna, Cinarùco, Cunavìche, Guaritico, Matiyure, Meta, Sàrare.

Con la aprobación de la nueva Constitución de 1999 y de la Ley Orgánica de los Pueblos y comunidades indígenas 2005, permite establecer las bases legales para evitar la violación de los derechos constitucionales y humanos de nuestros pueblos aborígenes. El pueblo Yarùro ocupa un amplio espacio en nuestra geografía específicamente en el Estado Apure, con su cultura, tradiciones y tierras ancestrales, donde conviven y desarrollan su vida, la cual se ha visto amenazada desde décadas atrás por los elementos antes señalados (guerrilla, hacendados, traficantes de drogas, entre otros) lo que acelera el desplazamiento de su habitad original y de sus tierras que por muchos años les han pertenecido. Se inicia una larga lucha para reconquistar lo que ha sido arrebatado y detener el proceso de extinción que pesa sobre este pueblo indígena, la ratificación de nuestra soberanía en estos espacios fronterizos y lejanos por nuestros aborígenes.
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